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ES EL CINE DE SUPERHEROES EL NUEVO WESTERN

Columna publicada originalmente en Septiembre del 2008 en la secccion Fuera de Foco de Wiken de El Mercurio y que hoy, con el estreno de Avengers se vuelve muy actual.

EL NUEVO WESTERN

El estreno de Hellboy 2: El ejército dorado, además de cerrar la temporada de blockbusters, consolida el año en que las películas basadas en cómics dejaron de ser el hermano freak del cine fantástico para convertirse en un género con sustantivo propio.

El “cine cómic” es básicamente el nuevo western y así debe ser visto y analizado: culturalmente norteamericano, pegado con un simplista ideal de justicia, de moral fascista, extremadamente macho y catalizador del lado más infantil del hombre adulto. Y tal como sucedió cuando el western se independizó del cine de aventuras, de la mano de autores como John Ford, es probable que directores como Zack Snyder o el multifacético Frank Miller sean estudiados a futuro como las cabezas pensantes del género, los Howard Hawks de las capas y antifaces. Y que piezas como Batman: El Caballero de la noche (por mucho que algunos se horroricen) sean equivalentes a El Tesoro de la sierra madre o a Río bravo.

No nos miremos la suerte entre gitanos (o pisemos la capa entre superhéroes), en la época de oro del far west estos filmes también eran vistos por el sector más duro de la crítica como escapismo barato y desechable. Después de todo, así como hoy la taquilla se dicta adaptando un formato tan desechable como una historieta, en los 40 y 50, los vaqueros eran tomados del pulp, en esos tiempos lo más rasca de la “literatura barata y popular”, en una escala aún más baja que las historietas.

Ahora si el cómic es el nuevo western y el western tuvo una carrera más bien corta en la cresta de la taquilla, ¿cuanta vida le quedan a las versiones filmicas de Batman y Superman? En 1985 la dupla formada por el escritor Alan Moore y el dibujante Dave Gibbons publicaron a traves de DC Comics la piedra angular del género narrativo de los superhéroes, Watchmen, miniserie luego editada como novela gráfica, considerada por unanimidad como el mejor cómic de la historia e incluida en el canon de las 100 mejores obras literarias del siglo XX. Pero Watchmen no naci,ó como algunos creen, como una forma de llevar a los superhéroes a una categoría más alta, sino para matarlos. La idea de Alan Moore era darle la estocada final a esta mitología pop, algo tan rotundo que fuera inimaginable seguir haciendo historias de este tipo tras el número 12 de la colección. Pasó todo lo contrario, tras este relato las historietas se poblaron de vigilantes con taras psicológicas, ultraviolentos, con más dilemas existenciales que superpoderes.

En lugar de matar a los superhéroes, Moore los relanzó, catapultando de rebote, a partir de Batman de Tim Burton en 1989 (los filmes previos de Superman fueron una excepción) el saltó definitivo de estos personajes al cine, iniciando una espiral en ascenso cuyo último eslabón es precisamente Watchmen, la adaptación a la pantalla grande anunciada para el 2009 y cuyo trailer colapsó Internet hace un par de semanas, llevando a la novela gráfica al número 2 de los libros más vendidos de Amazon y causando que una librería especializada de Santiago (Shazam Comics) tuviera que  encargar a España, 50 copias de la carísima edición de lujo de la obra de Moore y Gibbons. De pronto, todo el mundo quería leer Watchmen. Lo que desde una mirada cultural es equivalente a que de un momento a otro, sugiera un inusitado interés por conseguir (y comprar) Ulises, Moby Dick o El Quijote de la Mancha…

EL CREPUSCULO DE LOS SUPERHEROES (VERSION COMPLETA)

Versión completa de la columna publicada el viernes pasado en revista Que Pasa

EL CREPÚSCULO DE LOS SUPERHÉROES

 Primavera de 1987 y un todavía joven Alan Moore se acerca animoso (suponemos) a las oficinas de DC Comics. Un año antes tocó el cielo con Watchmen y desde entonces es «el guionista de oro» de la industria. Trae una propuesta: papeles y apuntes de una saga que terminará en la muerte de los superhéroes de la editorial. Alan es un buen inglés; criado con té, galletas, desempleos e historias de «reyes arturos y arqueros de Sherwood», y como tal sostiene que lo que convierte un relato en una leyenda es que las leyendas terminan, los héroes mueren y con eso se hacen mitos; que esa era la razón por la cual los superhéroes no lograban ser «algo más». La idea del británico se llamaba Twilight of the Superheroes («crepúsculo de los idem») y presentaba un mundo futuro donde la Tierra era gobernada por una dictadura feudal encabezada por un anciano Superman y su Liga de la Justicia. Decadentes y absorbidos por sus ideales deformados, los encapotados de ayer se enfrentaban entre si hasta exterminarse los unos a los otros, en una clara analogía con el crepúsculo de los dioses de la mitología nórdica. Finalmente la  idea de Moore no llegó a puerto, el inglés se peleó a muerte con sus jefes, renunció a sus derechos de autor y los «superamigos» siguieron viviendo en historietas, películas y series animadas hasta… Hasta el 1 de septiembre del 2011.

Hace dos meses Superman, Batman, la Mujer Maravilla, Flash y todo el resto de personajes de DC Comics fueron asesinados y no precisamente en un artístico «crepúsculo». Hace dos meses, el llamado «universo DC» se acabó para siempre; al menos como lo conocíamos, entendíamos y amábamos los viejos fanáticos ¿Dónde quedaron mis personajes, que cresta hicieron con la mayor mitología popular del siglo veinte? ¿Cómo se mandan a guardar 80 años de historia, dónde está el respeto por el lector?  La respuesta es dura: los comics no venden, son un mal negocio y las nuevas generaciones no están interesadas en personajes con casi un siglo de vida; para cambiar el panorama había que arrebatar los paladines a sus viejos lectores y relanzarlos en formato PG13, Batman en moral Glee. Nuevos Nº 1, nuevas versiones de los campeones de siempre, nueva continuidad. A partir de ahora Superman ya no parte en el Nº 1 de Action Comics de junio de 1938,  sino de un Nº 1 de la misma revista, fechado en septiembre del 2011, todo lo previo ya no vale, nunca fue; un gran borrón y cuenta nueva. No era otra típica «crisis de continuidad», como la del 85 y que todos los fanáticos conocemos y reconocemos, sino un restart definitivo.

Hay que entenderlo, DC Comics es un negocio, forma parte de Warner, uno de los dos conglomerados más grandes del «entertainment», y a Warner no le interesan los cómic y las novelas gráficas, menos la calidad de los guionistas y los artistas; lo suyo son las franquicias, lo que da las lucas; las poleras, los juguetes, las licencias; el resto es solo lujo colateral. Y desde esta mirada el «relaunch de DC» fue una bomba atómica. Lanzar todos los títulos desde el Nº 1, en consecutivo con edición electrónica (descargable a menos de un US$2) resultó en la más simple de las aritméticas: «5 millones de ejemplares vendidos, en seis semanas», record muy difícil de igualar por la competencia (Marvel/Disney).

DC/Warner hizo lo correcto, la jugada fue maestra, y aunque hoy la red está plagada de viudos reclamando, somos minoría ante los millones de adolescentes que celebran que ahora «Superman es cool». Lo confieso, hice la tarea, descargué algunos de los «nuevos títulos» y no entendí nada. ¿Cómo que Robin ahora es hijo de Batman? ¿Por qué Superman usa una armadura? ¿De dónde salió ese otro Superman que usa sudadera y jeans?…

80 años al tarro de la basura, 80 años de fanatismo generacional valen bastante menos que 5 millones de comics vendidos en un mes. El «crepúsculo de los superhéroes» finalmente no vino de la mano de Alan Moore sino de una tropa de gerentes con buen ojo para los negocios. «Estos personajes son patrimonio de todos», decía Diane Nelson, la presidenta de DC con el nuevo Nº 1 de Justice League of America en sus manos, con perdón mi dama pero míos ya no son, que los nuevos lectores los hagan propios, a mi ya no me interesan. Tal vez era necesario, un buen golpe de la mano del libre mercado para decirnos, «oye, jetón, tienes casi 40 años, no puedes seguir gastando plata en superhéroes. Son y siempre han sido personajes infantiles, asúmelo». Y aunque duele, hay que hacerlo, así que si a alguien le interesa.

 

BLACKHAWKS POR MARTINEZ Y ORTEGA

 

Homenaje/humorada de la dupla Martínez-Ortega a estos legendarios y perdidos personajes de DC Comics. Queríamos dibujar avionos, «ucronear» con la 2ª Guerra Mundial. App, y como  tb tenemos un contacto en DC Comic, probar suerte; asi que este teaser se va al gran país del norte, en una de esas, soñar no cuesta nada. Sus deseos de suerte son nuestro combustible.

Hagan clíc en el enlace de aquí abajo para descargar el PDF, esta completito. Un regalo.

BLACKHAWKS: EL REGRESO DEL IV REICH (Teaser de Martínez-Ortega)

 

TENEMOS NUEVO PRESIDENTE…


Freakmente parecidos.

-Lex fue presidente de USA con estrecha mayoría, Piñera lo logró de la misma manera.

-Lex triunfo contra una fuerte crítica por su estatus de millonario, Piñera también.
-Lex es del área liberal del partido democrata, Piñera de la idem de RN.
-Lex tuvo el edificio más alto de Metropolis (Lex Tower), Piñera idem (Torre de las Américas).
-Lex es un reconocido filántropo, Piñera también.
-Lex asumió su mandato en marzo de inicio de década (2000), Piñera también (2010).
-Lex estudió en Harvard (entre otras universidades), Piñera también.
-Lex es dueño de la Future Foundation, Piñera de la Fundación Futuro.
-Lex es uno de los hombres más ricos de USA, Piñera de Chile.
-Lex es dueño de LexAir, Piñera de Lan.
-Lex es dueño de tres canales de TV, Piñera de Chilevisión.
-Lex intentó por años controlar el Daily Planet y lo logró, Piñera ha tratado de tener un diario y al fin lo logró: La Nación.
-Lex es famoso por reconstruir el sistema bancario norteamericano, Piñera por las tarjetas de crédito.
-Lex ha estado involucrado en procesos criminales, se dice que Piñera tambien (Banco de Talca). En ambos casos nadie ha logrado probar la veracidad de los hechos y datos.
-Lex es dueño de los Metropolis Metros y los Gotham Knights, los equipos de football más populares del universo DC, Piñera del Colo Colo, el más popular de Chile.
-Lex tiene un retiro privado en una mansión cerca de un lago, Piñera idem en el Caburgua
-Lex se ha operado el rostro varias veces, Piñera las ojeras y arrugas.
-Lex es piloto de todo tipo de nave aérea, Piñera de helicópteros.
-A Lex se lo cagó Brianiac, a Piñera Ricardo Claro, a ambos les reventaron la imagen pública.
-El mayor rival de Luthor han sido las empresas Wayne, el de Piñera el grupo Claro.
-Lex es el hombre más inteligente del mundo, Piñera… en fin.
-Lex odia a Superman, Piñera no lo sabemos…
-Lex fue destituido por pactar con extraterrestres para conquistar la Tierra, esperemos más sensatez en Piñera.